¿Cómo cuidar tu dinero en el día a día?
Anotar los gastos del día a día
Es el primer paso que debe dar quien quiere tomar las riendas de sus finanzas personales. Anotar los desembolsos más habituales durante un mes o dos permitirá determinar cuánto dinero se gasta, en qué se emplea y, lo más importante, cuánto se puede ahorrar. Además, ayudará a determinar qué gastos son superfluos y en cuáles se podría ahorrar o, al menos, rebajar su costo.
Establecer un plan de ahorro
Una vez que se conozcan los hábitos de consumo y se sepa de cuánto dinero se dispone cada mes será el momento de intentar mejorar la capacidad de ahorro. El truco más habitual es contratar una cuenta de ahorro e ir transfiriendo cada mes cierta cantidad de dinero. En la actualidad, se puede ganar hasta un 3% utilizando esta herramienta.
Pero ahorrar no consiste solo en transferir una parte de los ingresos mensuales a una cuenta, sino en intentar reducir los gastos más habituales.
Mantener al día las cuentas para evitar cargos o intereses
¡Tener tus cuentas con días de atraso puede salir muy caro! Por ejemplo, en una tarjeta de crédito, un atraso de 10 días por no pagar el monto total de tu mes podría ocasionarte un gasto que no tienes contemplado para el siguiente corte.
Sin embargo, la mejor forma de ahorrar es mantener al día las cuentas para evitar llegar a esta situación. Es importante anticipar qué gastos se tendrán para contar con el saldo suficiente. Una solución es poner algún recordatorio, como una alarma en el teléfono móvil, que recuerde el día de pago y el monto total a pagar.
No dedicar más del 35% de los ingresos a pagar deudas
Este punto es clave para gestionar del modo correcto la economía doméstica. Es recomendable no dedicar más del 35% de los ingresos a satisfacer el total de las deudas que se tengan. Es decir, si se cuenta con unos ingresos de 10,000 pesos, no se debería dedicar más de 3500 pesos a pagar préstamos, hipotecas o cuotas de la tarjeta de crédito. Esto con la finalidad de que sea cuál sea la situación en casa puedas tener dinero para tus gastos y siempre poder ahorrar para emergencias o situaciones que no se contemplan en el día a día.